Friday, March 07, 2008


Con la magia de la decisión es imprescindible saber, que cada desición que se tome, depende solamente de la propia persona, aunque el rededor influye bastante y confunde.
En tu vida encuentras personas, pasajeros de tu tren – dice un amigo – las cuales se suben y bajan de acuerdo a las necesidades o deseos del momento. Se quedan las que son capaces de darte lo que necesitas, amor, cariño, protección, comprensión y las que cumplen con tus deseos, se bajan del tren porque simplemente están allí como ángeles momentáneos, los cuales son enviados en el mandato de ayudar en los momentos más difíciles o hacer que caigas al agujero para que aprendas a levantarte por ti mismo.
Ayer descubrí la magia de la decisión y gracias a un pasajero permanente de mi tren, que hasta tiene puntos por ser viajero frecuente. Me enseñó que el decidir y equivocarse importa muy poco, porque sin duda lo vivido – y como siempre lo he dicho – nos sirve para aprender y recoger experiencia. No dejo de pensar en las consecuencias que conlleva cada acto, pero sin duda, sé que no lo he hecho tan mal hasta hoy.
El tren de la vida, más allá de una metáfora, una realidad de la experiencia.

Wednesday, March 05, 2008

HACER O NO HACER.

Vives tu vida diciendo que vas a hacer tal o cual cosa. Pasan los días, meses e incluso años sin que llegue el momento de hacer algo.

Hoy decidí ya no más decir “haré” sino hacer, luego de hacer decir “hice”, para quedar también tranquila conmigo.

También he meditado sobre el hecho de la melancolía… es cierto, algunas personas cargan su vida con ese perfil. Hoy quisiera despedirme de la melancolía, pero de una forma correcta. Decirle que me acompañó durante muchos años, pero que ya no la quiero conmigo. Este ejercicio me lo enseñó el mayor de mis hermanos, y creo que es la mejor manera de despedirse de algo que ya no quieres a tu lado, dando gracias por haber estado contigo en muchos momentos, pero ya no requieres de su presencia.

Es así como hoy, doy un gran paso en mi vida, entro al mundo laboral y si Dios quiere daré lo mejor de mí para ser una excelente profesional y persona. Pero ya no diré “haré” y es que es inevitable, pero trataré de dar lo mejor de mí.

Estos meses hice algo lindo, traté de aprender a tallar. Varias figuras me salieron mejor de lo que las imaginé y menos mal no me ocurrió ningún accidente más allá de un pinchazo con alguna guvia.

Estoy creando varias cosas más que dejé inconclusas, porque los detalles y la perfección, no se consiguen en pocos días. Realmente no alcancé, pero para qué arruinar la sorpresa de quienes más amo. Al menos estoy tranquila con lo que ya hice y llevo conmigo nuevas y valiosas ideas.

¿Hacer o no hacer? Prefiero hacer algo que aunque salga mal, es mejor a no hacerlo.

Entonces me despido de una vida antigua y le doy pasos a la nueva vida.

Doy gracias a quienes me han acompañado, cada uno lejos o cerca, en presencia o en ausencia siempre se encuentran en mi mente.

Ayer descubrí que cada llanto que derramé me hizo más fuerte y lo descubrí porque lo que antes me daba pena y ganas de llorar, ayer me dio fortaleza y resistí hacerlo. Hoy el sol se junta con la luna nuevamente, pero el sol brilla con más intensidad que hasta puede llegar a derretir lo que se cruce.

Qué bello es poder decir que me siento viva, fuerte y más amada que siempre.