Luego de mucho jugar con la incertidumbre, luego de tanto correr por mi pensamiento, encuentro mi rumbo. No sé cuándo es que empecé a madurar, solamente sé que es difícil crecer como persona y ver como todo alrededor cambia.
Veo la vida de un color distinto y me pregunto si en cada etapa de nuestra existencia es realmente de esa manera. Es de un color rosa, amarillo y naranja y es porque cuando miro a mi alrededor, me doy cuenta que he cumplido casi todas las metas que me he propuesto y las que me han encargado los que quieren mi bien.
Pienso que el estar llena de amor hacia el prójimo, me ha ayudado a comprenderme más a mi propia persona y existencia. Amo la diversidad, creo en las personas, creo en el amor desinteresado y creo en un futuro mucho mejor que el presente, aunque el presente ya es maravilloso.
Hoy puedo decir, gritar y publicar mi felicidad y ¿Por qué? Simplemente porque estoy viva, respiro, tengo bellos amigos, hermosa familia y lo más importante, a mis padres conmigo, juntos y amándose con problemas o defectos, pero se aman demasiado y se abrazan y se besan no importando los años.